RE.9_”contaminación invisible”
Aprovechando que Petra Jebens ( Coordinadora y Supervisora del Master de Bioconstrccuón con el Institut für Baubiologie alemán), venía a Madrid preparamos la tercera sesión de ecología a debate para tratar el tema de las radiaciones ionizantes y no-ionizantes en la vivienda. Contámos también con la presencia de Borja Frutos (Dr. Arquitecto del CSIC) que ha llevado a cabo varios proyectos de investigación en relación al gas radón y la protección en edificios, Fernando Pérez formado en Salud geoambiental por el Instituto Forschungskreis für Geobiologie y José Miguel Rodríguez, ambos miembros directivos de la Fundación para la Salud Geoambiental.
El estudio y análisis de la contaminación geoambiental natural y artificial, las radiaciones electromagnéticas naturales y artificiales, la radiactividad ambiental y los niveles de gas radón son unos de los puntos que diferencian al ecómetro de otros sellos o certificaciones medioambientales. A través de la aplicación de los criterios definidos por la salud geoambiental, se ha observado en numerosos informes que la interacción en el entorno de diferentes radiaciones, tanto naturales como artificiales pueden afectar a la salud de las personas.
Quizá este sea el área más desconocida y compleja del ecómetro; pero también más directamente relacionada con el impacto en la salud humana.
Comenzamos por analizar el tema de la contaminación por radiaciones ionizantes.
Durante toda la sesión encontrarnos que diversas instituciones establecen diferentes valores admisibles para la salud. Ante la repetición de esta situación, fue clave establecer cual sería el valor máximo admisible para el ecómetro. Tomamos como referencia el principio básico del IBN donde se persigue cualquier reducción del riesgo. Los valores indicativos son indicaciones. Y La referencia es la naturaleza.
De esta forma el máximo admisible que se establezca para el ecómetro, esté por debajo del valor donde hay indicios que afecta a la salud.
En el caso de concentración de Gas Radón llegamos al consenso de establecer un límite para el interior de las viviendas, donde se acordó que se debe llegar al menos al valor que haya en el exterior y en ningún caso se deberá pasar de 100 Bq.
Esta sesión tuvo un enfoque muy práctico de cara a la metodología a utilizar desde el ecómetro. Siguiendo el mismo ejemplo del gas radón se estableció cómo se debería proceder en cuanto a la detección de concentración de gas radón: primero se utilizaría el mapa del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), también llamado plano Marna, para localizar las zonas de alto riesgo,(≥150 Bq) y complementar esto con una medición de gas radón en la parcela, por ejemplo, al hacer el estudio geotécnico, consistente en 2 calas de 1 m de profundidad y dejar aparatos recogiendo datos durante 1 semana, recomendando un Geiger que tenga ventana de dispositivo para segregar radiaciones Alpha, Beta y Gamma para saber exactamente si hay riesgo real para la salud o no.
También se establecieron medidas correctoras a tener en cuenta en cuanto a valores por encima del valor admisible, de forma que el ecómetro sea una herramienta para la fase de diseño. Para el gas radón el experto, Borja, enumeró algunas como: la ventilación del forjado sanitario, arquetas enterradas permeables para extracción del gas radón en el subsuelo, presurizaciones de la vivienda, tiro de extracción forzada, uso membranas impermeables con un coeficiente de difusión bajo ( deben ser muy resistentes ya que si se fisuran, el radón puede entrar en la vivienda. Ejemplos EPDM, vidrio celular.) y lóbulo de extracción.
El debate prosiguió con el tema de las radiaciones no-ionizantes. Principalmente se distingue entre las que son de origen natural y las que son de origen artificial.
Comenzamos por las de origen artificial. A diferencia de las ionizantes, no hay ningún estudio institucional ni intención por parte de ninguna administración de limitar este tipo de radiaciones. Se dice que las radiaciones no ionizantes pueden dañar el ADN, pero no se conocen bien los mecanismos biológicos. Hay, por tanto, una INCERTIDUMBRE CIENTÍFICA respecto a este tema. Iñaki planteó que por el PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN de la UE, el ecómetro debería incluir el tema de las radiaciones no ionizantes sin entrar en justificarlo.
Seguimos el mismo procedimiento para llegar a acuerdos para campo magnético de baja frecuencia de componente magnético, campos magnéticos de baja frecuencia, variable eléctrica y los campos magnéticos de alta frecuencia. ( Consultar el acta)
Cerramos la sesión sin llegar a tratar el tema de las radiaciones no ionizantes naturales, que actualmente no están incluidas en ecómetro (líneas Hartmann, curry, venas de agua, fallas geológicas, agujeros cosmotelúricos…etc).
Esta sesión fue lo más parecido a una mesa de trabajo, todos los participantes estaban realmente interesados en encontrar una metodología común que facilite el análisis de esta parte del ecómetro.
Queremos dar las gracias a tod@s. Gracias por una sesión realmente productiva.
Enlaces relacionados:
http://sanidadambiental.com/wp-content/uploads/xix_jornada/3_Quindos.pdf
http://www.usc.es/radongal/documcursoradon2010/Dia%204/JLMatarranz1.pdf
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Creo que faltan dos enlaces fundamentales, uno es el de la Fundación para la Salud Geoambiental
http://www.saludgeoambiental.org/
y otro el del instituto Baubiologie de España:
http://www.baubiologie.es/